LA MEMORIA DE TOLÍN
Ya
estaban llegando las lluvias del otoño y Tolín y su familia decidieron
que era el momento de iniciar el viaje a tierras mas cálidas. Era un
viaje muy largo y difícil y tenían que estar muy preparados, pero a
Tolín una de sus alas le dolía un poco y no sabía si sería capaz de
llegar a su destino. Empezaron a volar horas y horas sin descansar,
cuando de repente Tolín notó un dolor muy fuerte en su ala derecha. Se
había roto y no pudo contener el vuelo cayendo al vacío y golpeándose en
la cabeza con un coche.
Cuando
despertó no recordaba nada, ni sabia donde estaba, ni que era, ni como
se llamaba..., solamente vio a un niño que lo miraba fijamente y lo
acariciaba . Era Carlos , el niño que lo había encontrado en la calle
medio muerto y con heridas por todo su cuerpo. Carlos lo había llevado
al veterinario para que le curaran las heridas y después se lo llevó a
su casa para cuidarlo.
Pasaron algunas semanas y Tolín se fue recuperando pero seguía sin
recordar qué era un pájaro y por tanto que tenía que volar.
Carlos
no sabía qué hacer ni como ayudarle, le enseñaba fotografías de otros
pájaros, documentales de pájaros, lo llevó incluso al zoo..., pero nada,
Tolín no sabía volar.
Pasaron algunos meses y la primavera estaba volviendo y con ella los
pájaros que se habían marchado. Aquella mañana Tolín estaba tomando el
sol en el balcón de la casa de Carlos, cuando al mirar al cielo vio una
bandada de pájaros que se acercaba y empezó a recordar, ¡soy un pájaro!,
¡y se volar!, pensó Tolín. Como loco fue a buscar a Carlos y le enseñó
aquella bandada de pájaros que se acercaba. Carlos supo rápidamente lo
que pasaba, Tolín había recobrado la memoria. Lo peor de todo era que
Tolin ahora volvería con su familia y quizás ya no volvería a verlo
nunca más.
FIN
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