lunes, 26 de marzo de 2012

Nº 74 CUENTO DE DANIEL CALLE GONZÁLEZ 4º

MARZO 2012    CUENTO DE DANIEL CALLE GONZÁLEZ 4º    Nº 74

Me llamo Carlos, me encanta jugar con Pedro. Hoy vino a mi casa , jugamos a las canicas, nos hemos divertido mucho.Cuando Pedro se fue vi algo que brillaba debajo del mueble. Me agaché para ver que era; ¡ era la canica azul preferida de Pedro! Se le había olvidado. Me agaché tanto para cogerla,  que noté como el suelo se hundía, y como yo caía. Cuando conseguí levantarme, ¡todo era increíble!
Era un mundo de colores, pero muy especial y divertido. El sol era verde, el cielo amarillo, las nubes con rayas naranjas . Los pájaros eran rojos y cuando llovía las gotas que caían eran lilas. Me dolía el cuello de mirar hacia arriba, y ver todos aquellos colores. Era fantástico, pero más aún fue cuando miré a mi alrededor, los árboles eran rosas, la hierba celeste, las flores grises. Era alucinante, ningún color está en su sitio. Todavía más increíble eran los colores de los animales, los elefantes eran verdes oscuros , los leopardos de cuadros blancos y negros, las cebras de lunares naranjas y negras, los cocodrilos amarillos, y ¡ el león! era un arco iris todo lleno de colores.

De repente, vi bajar una luz que brillaba, era un hada, y me dijo:
- Hola Carlos, bienvenido a mi mundo, soy el hada de los colores.
- Gracias hada, tu mundo me gusta, ningún color está en el sitio que estaría en mi mundo. dijo Carlos.
El hada le explicó que cada día mudaba los colores, así el caracol hoy es verde, mañana sería amarillo. El hada le dijo que mirara la canica de Pedro que tenía en las manos , ya no era azul era dorada.
De repente, mientras miraba la canica, mis manos eran de color azul, mi pelo malva y mis ojos burdeos, ¡ Qué divertido! Parecía un disfraz. jugué con el hada mucho tiempo, me cambiaba los colores que yo quería.
Pero, todo tiene un final, tenía que volver a mi casa. le dije al hada que quería ser de colores en mi mundo, y ella me explicó que esos colores sólo podía ser en su mundo. Me puse triste, le dije que en mi mundo yo no era de colores, y ella me contestó.
-Tú eres de colores , piénsalo.
El hada con su magía me transportó a mi habitación. Miré a mi alrededor, mi cama amarilla seguía igual, mi escritorio verde también y la canica de Pedro volvía a ser azul. Me tumbé en mi cama y me puse a pensar en lo que me dijo el hada. Después de mucho tiempo lo entendí, di un brinco y dije:
- Mi pelo es negro, mi piel es blanca, mis ojos son marrones, mis labios rosados, ¡ pero puedo llegar a ser de más colores! si me enfado soy azul, si enfermo soy amarillo, si estoy triste soy gris, si me averguenzo soy rojo, si como mucho me pongo morado, ja,ja,ja...
¡¡ Me encanta ser así!! Es verdad ¡¡ soy de colores!!

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