EL PODER DE LOS MAGOS
Y entonces llegó el día. Cuando nos disfrazamos de magos comenzamos a sentir la magia en nuestro cuerpo. Era una sensación extraña. Una mezcla de poder, fantasía, miedo, ilusión, diversión y locura. Los catorce niños de 4º A sintieron que el colegio estaba en sus manos y decidieron pasar a la acción. A partir de ese momento, el colegio se convertitía en un bosque encantado.
A lo lejos, en un lugar apartado, difícil de encontrar, había un cobertizo en el que cuando entrabas las cosas se movían sin sentido y la puerta se cerraba, así que los visitantes no tenían escapatoria. Una vez dentro, escuchaban un murmullo y reconocían unas huellas. Al fondo del cobertizo había unas estanterías que contenía un libro misterioso. En su interior había un pergamino con instrucciones para salir, pero antes de leerlo alguien se apoyó en la segunda balda de la estantería y ésta se abrió. Delante de nosotros apareció un pasadizo tobogán y no dudamos en salir. Al final del recorrido vimos luz. Sin embargo, a lo lejos pudimos observar un gorro de color rojo. ¿De quién sería?
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